martes, 1 de junio de 2010

Destiempo

El destiempo es el querer ir mientras que el otro vuelve. Es querer crecer mientras uno de tu misma edad se quedó estancado en la misma posición de inmadurez. Es que cuando lo queres no lo tenes y cuando lo tenes no lo queres. El destiempo puede terminar siendo una de las situaciones más frustrantes. El destiempo es que aquella persona que tanto queres, no te quiera; y que cuando te empieza a querer vos ya estés en otra sintonía y no te interesa. El destiempo es recorrer un camino diez veces mientras que el otro lo recorrió solo una vez. Es el querer quedarte estancado en tu posición mientras los demás crecen y maduran; o el querer madurar y crecer rápido mientras quienes te rodean quedaron estancados. El destiempo es que cuando más necesites algo no llegue, y recién cuando ya no lo necesites viene. El destiempo es una ruptura a todas las reglas. Es un mensaje que no llegó y que llegará en el momento menos indicado. Es querer mirar hacia delante cuando todos miran hacia atrás. El destiempo es que llegues cuando no lo necesites y que te vuelvas a ir cuando más me acostumbré a tu presencia. El destiempo es querer con todas tus fuerzas olvidar a un hombre y recién te lo olvides cuando él vuelve a vos. El destiempo es empezar a querer a alguien y cuando lo queres demasiado ya se tiene que ir. El destiempo es querer razonar lo irrazonable. El destiempo es una NO coincidencia del destino. Es aquello que tanto anhelas y que llega a vos cuando ya no lo extrañas. Es decidirte a ser feliz cuando hay guerras. Es decidirte a ayudar cuando ya no hay tiempo. Es querer cambiar cuando ya es imposible. Es querer vivir y ser feliz cuando ya te queda poco tiempo. Es querer verle el lado positivo a las cosas cuando ya todo es un desastre. Es avivarte muy tarde. Es darte cuenta de lo que te estás perdiendo cuando ya lo perdiste. Eso es el destiempo. El destiempo es atravesar los obstáculos cuando ya no los hay



Para Cielo.


SMV

El rechazo

Sentirse rechazado en una sociedad como en la que vivimos es experimentar una de las sensaciones más incómodas y casi siempre, frustrantes. Es incómodo sentir que le podes confiar a alguien todo lo que sentís o lo que te pasa y que no exista respuesta de esa persona. Cuando no hay un ida y vuelta, eso es sentirse rechazado. Porque por más esfuerzo que uno ponga para luchar contra eso, a veces no recibe realmente lo que esperaba. Y eso es lo que nos lleva a la mera frustración. Nos deprime el pensar que podemos y que después de un gran esfuerzo no encontramos la respuesta esperada. Nos deprime el pensar que uno hizo las cosas con la mejor voluntad y que hay alguien, del otro lado, que en vez de realizar una crítica constructiva, nos rechaza. Simplemente, un rechazo.
Quien está del otro lado muchas veces no comprende el esfuerzo que uno pone, la voluntad que tiene. A veces sin importarles eso, simplemente nos rechazan. Nos dejan apartados de lo que deseamos. Y básicamente, dejan o permiten que nuestros sueños, que nuestras metas a alcanzar se borren así, como si nada. Y todo esto hace que durante la frustración, lleguemos a creer que todos los intentos, los sueños, los esfuerzos, no sirvan para nada. Nos hacen creer lo increíble, lo que nunca esperábamos creer. Simplemente, nos arruinan los sueños. Y justamente creo, que son esas las personas que no han logrado alcanzar sus propios sueños o metas. Y puede ser también que ni siquiera tengan sueños o metas. Y mediante aquella frustración que también puede llegar a ser parte de un resentimiento, nos dejen a nosotros sin sueños, sin metas.
Y personalmente creo, que a pesar de todas aquellas personas que nos “tiran abajo”, que nos dejan sin aliento, que no nos alientan a seguir, que nos dejan estancados en el camino, uno siempre tiene que buscar lo que realmente desea. Tiene que ir en busca de esos sueños, de esas metas. Tiene que seguir luchando, debe alcanzarlo. Porque no hay frustración más grande que una persona que no sea ajena a uno mismo, pretenda conocerte mejor, o corregirte, o “tirar abajo” esos sueños que vos fuiste cosechando en el día a día.
SMV